-Siempre en busca de inspiración-
La lavanda se caracteriza por crecer y permanecer en las zonas del Mediterráneo gracias a que cuenta con las condiciones apropiadas para su crecimiento como en terrenos arcillosos y secos.
En su línea existen más de 30 especies de lavanda pertenecientes a la familia de las lámiaceas ( la familia de la menta, romero, salvia y albahaca), por otro lado, es una planta perenne que puede alcanzar una altura de hasta un metro. Tiene tallos gruesos y rectos, y sus hojas son verdes y lanceoladas...
Su cultivo predomina en la Región de Provenza en Francia y una región vecina llamada Grasse capital mundial del perfume.
Los principales campos de lavanda de Provenza se encuentran dispersos; puntos desde Luberon y Verdon hasta el norte de Aix-en-Provence y Marsella.
Algunos de los lugares famosos donde puedes encontrar campos pintorescos son Sault, Plateau de Valensole, áreas alrededor de Gordes y la Abadía de Senanque.
La temporada de floración de la lavanda es a finales de junio hasta mediados de julio, que varía ligeramente según las condiciones climáticas a lo largo de un año.
Una vez cosechadas las flores, se llevan lo más pronto posible al alambique para su destilado, sin amontonarlas demasiado, para evitar una posible fermentación, que podría causar olor a humedad a las esencias. La producción del primer año no es abundante, pero recién empieza el tercer año, es posible obtener una buena producción; en el primero es muy reducida y en el segundo es mayor, pero todavía limitada.
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